Espumas y Terciopelo: Un Chapuzón Emocional
Espumas y Terciopelo: Un Chapuzón Emocional

Espumas y Terciopelo

Espumas y Terciopelo

Shocking Watts

2013

De un mar de juguetes musicales y acordes atrapantes, Espumas y Terciopelo viene a colorear una nueva aventura sonora que retoma los sabores mexicanos con infusiones de un travieso romanticismo.

El dueto integrado por Maricha Elizundia y Memo Andrés presenta un peculiar extracto de sonidos dulces y rítmicos en su nuevo álbum homónimo. Gracias a lo espontáneo y la improvisación con la que surgió la banda desde 2011, en un aventurero viaje a Chiapas, su música logra adoptar un característico pop folk mexicano.

Si bien impera la instrumentación improvisada y juguetona, sus bulliciosas líricas construyen un papel elemental al darle el sentido irradiante y explosivo a sus composiciones, que cobran vida por sí mismas.

Somos lo que somos y a la vez no sabemos lo que somos, es una de las premisas que esculpen el primer tema titulado “Disfraz”.  El contagioso ritmo va hilando la secuencia musical. “Despiértame” inyecta energía e invita a esa insistente opción de querer desaprender junto a aquél que ha roto la rutina de  al estar “Junto A Ti”; tema del cual se desprende un video que nos muestra el lado creativo de la muerte enamorada.

“Te Quiero” es un track con fuerza que retrata, tanto en su melodía  como en su letra, el carácter decisivo del mexicano que sabe lo que quiere. Mientras que “Flores” se vuelve en vocero de sinceridad con sus nobles acordes de guitarra que se empapan de mágicas revelaciones.

Evitando el reciclaje de clichés, Espumas y Terciopelo rompe el aburrido esquema de lo cursi. “Mi Novia” es un tema que eriza la piel a aquél que ha tenido un amor verdadero, tocando las fibras más sensibles con la eterna promesa de un original romanticismo sin importar las arrugas del tiempo y la posibilidad de ya no poderse peinar.

El rico diseño de sonidos arroja “Explosión de Plumas”, la cual grita a todo pulmón la felicidad de un sueño concretizado. “Cabras”  exalta la locura del disco, mientras que  “Nave Espacial” nos posiciona en un sarcasmo cósmico y envolvente.

Como una ruleta de emociones, los colores vocales evolucionan de tonalidades alegres a un sentido más sentimental y agridulce, sin perder la espontaneidad y fluidez a través del disco. Las doce canciones del álbum remiten a un viaje emocional con etapas humanas: un desborde de felicidad pero también momentos cincelados por dolores. Un compilado irreverente, tierno y con carácter, sin duda música bonita que debes escuchar.