El regreso de las pesadillas
El regreso de las pesadillas

En tiempos en los que la monótona industria de la música y su falta de compasión no para de bombardearnos por todos los medios posibles, un ente que llevaba poco más de diez años forcejeando por su existencia se ha reintegrado para seguir contraponiéndose a lo políticamente correcto y hacer música salida de sueños, pesadillas y malos recuerdos.

En el camino perdió a su parte orgánica, el trombatron, manipulado por Arturo Romo, pero Joseph OXO (alias José Álvarez) modificó sus partes de carne y hueso con elementos electrónicos. La alineación es complementada por The Prosumer, un androide cuyo diseño parece sacado de Texas Chainsaw Massacre, la otra mitad de estos entes metálicos que se comunican digitalmente.

OXOMAXOMA nació por generación espontánea a principios de los 80 y a su paso ha dejado música muy fumada, cargada de toda la experimentación que se han permitido. En un inicio, su premisa fue hacer música con cosas que podías encontrar en cualquier lugar, hasta tu cocina; sin embargo, lo que escuchamos hoy es distinto a su primera aparición. Antes había algunos elementos electrónicos, pero ahora los loops digitales están en todas partes de su existencia.

En general, las canciones tienen un sonido gris y nublado, acompañado por vibraciones metálicas e industriales. A pesar de ello, y de la voz gruesa y garrasposa de José, podemos tomar varias canciones y convertirlas en sencillos radiables.

"Con Ojos de Fuego" es muy violenta y te introduce a la pesadilla; no podrás sacarla de tu cabeza después de escucharla. Le sigue "Black Dots", que sigue con la violencia, pero aumentada, y posee la sátira y crítica social característica que el proyecto ha arrastrado desde sus inicios, mandando al diablo el rock en tu idioma.

"Androids" y "I Am The Creep" manejan la misma fórmula: agresión, humor negro y mensajes contestatarios. Hasta el momento, todas las canciones citadas podrían ser grandes éxitos radiables, de nicho claro, está.

Esta producción es independiente, pero aún más independiente de lo que conocemos. Para conseguirlo tienes que ponerte en contacto directamente con el androide Joseph y él mismo te lo entregará. Incluso podrás platicar con él sin ningún problema y aclarar dudas existenciales.

En un mundo en el que el fetiche de los discos físicos está aferrandose a vivir, ésta es la oportunidad para reanimarlo. Así conseguí el mío y me toco el número 022 de toda la edición.