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Bill Yonson: Sutileza tropiwave y piña colada

Bill Yonson: Sutileza tropiwave y piña colada
Bill Yonson: Sutileza tropiwave y piña colada

Artista(s)

16/May/2014

Bill Yonson

El Príncipe del Mar

Independiente

2014

Para un músico, ser meticuloso es darle paciencia y dedicación a tu trabajo; conocer la combinación de olores y sabores de los sonidos dará siempre un mejor resultado. Preparar un álbum no es cosa fácil, a veces necesitas ir en busca de nuevas ondas sonoras, tal como lo hizo Bill Yonson, alter ego del extravagante joven chihuahuense Josué Coronado, quien vuelve a las andas con los ritmos tropiwave y presenta El Príncipe del Mar, un disco para relajarse con una piña colada.

La travesía inicia con una sirena de fondo, mientras la profundidad del primer tema, “Salir en Secreto”, es una invitación formal para sucumbir ante la lujuria a lo largo de este paradisíaco disco en el que la voz juega un papel protagónico, cauteloso pero incitador. Como ya te encuentras en la “Playita” no sientes el cambio, pero sí la paz, esa que te hace querer tomar el sol.

La sutileza está perfectamente plasmada en “Triángulo”, un tímido reggae cuya sensación se vuelve espesa con la historia, pero no permite que dejes de mover la cabeza. Pasan algunos segundos durante los que mantienes el ritmo con las palmas de “Rosas y Pistolas”, versión lo-fi de una rola norteña, con vocablos distorsionados que te ubican enmedio de un atardecer.

El viaje se comienza a pixelear y te encuentras con “Chola”, en 8-bit de un juego de Nintendo, y con un “Whatsapp” el material toma un giro más intenso, en el que las margaritas acechan ligeramente cada sensación expresada.

Llegamos al himno con “Ya se fue”, quien en compañía de Marinero el final de este crucero promete tener un final feliz, la ola de sonidos te permite tener un Take Off, momento para dejarte llevar por los zumbidos harmoniosos.

La cumbia rebajada llega con “Puertas”, homenaje perfecto a Guazuncho, que cuenta con la colaboración de la banda hidrocálida Capullo y que logra fusionar la melancolía, dejando un buen sabor de boca.

Al lado de Letter D, llegamos al final de esta aventura con “Días”. Pegajosas armonías y rimas nos recuerdan a los synths de aquellos años noventa, una rica lambada en la que todo son exquisitos movimientos.

Nueve sensacionales piezas para disfrutar durante las próximas vacaciones; un disco que se puede acompañar con un buen bronceado y una refrescante piña colada. El punto máximo de una esencia tropical que será muy bien recibida para lo que queda del año.