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06/Nov/2025
El joven que creció abrazando portadas de discos, escuchando compilaciones de The Beatles y componiendo con sus amigos, ahora retoma su proyecto solista con nuevas ideas y composiciones que reflejan sus años de experiencia. A propósito de su más reciente lanzamiento, “Necesito Saber”, platicamos con el músico mexicano sobre la disciplina, el mito de los bloqueos creativos y la defensa del concepto de álbum para difundir la música.
Leonardo de Lozanne es un músico que no se detiene. Actualmente participa en el proyecto en vivo Rock Jude Fest, es frontman de Los Concorde y Fobia, y tiene un podcast llamado La Punta del Iceberg, donde entrevista a colegas y amigos sobre los problemas que están en la superficie, pero que merecen ser más explorados.
Dentro de todas sus actividades, Leonardo de Lozanne encontró un espacio para su proyecto solista: “Yo creo que no lo tenía como prioridad y requiere de mucho más tiempo, mucho más trabajo y a veces no da resultados tan rápidos, porque es una batalla diaria el proyecto solista. Es más un capricho que cualquier otra cosa”.
Y es que su carrera personal es también su propio legado: “Sí es importante cuidarlo y darle seguimiento, porque al final del día es lo único que tienes tuyo, ¿no? Todo lo demás… las bandas se separan, hacen cosas, se convierten en un proyecto alterno, lo que sea, o desaparecen. Y tu proyecto solista, pues, es tuyo para toda la vida y lo puedes hacer siempre. Y sí, para mí es muy importante ya tenerlo como una de mis prioridades”.
Incluso porque sus grandes ídolos lo han hecho: “Mira a Paul McCartney, ¿no? Lleva… ¿cuántos años? ¡40 años de solista!”.

Su nuevo sencillo, “Necesito Saber”, habla de una relación que desde un inicio advierte que las cosas serán complicadas. En esta, una de las dos partes decide aventarse a la incertidumbre del qué somos, qué va a pasar y por qué esto duele. Es ahí donde está la necesidad de saber, a la que hace referencia el título de la canción. Sin embargo, Leonardo de Lozanne advierte que la historia está narrada de manera muy sencilla, lejos de las pretensiones y los versos ostentosos: “Los coros son muy fáciles de cantar. Es muy pegajosa, muy fresca, muy veraniega”.
“Esta canción es muy particular, porque creo que es la más contagiosa, la más pegajosa y tiene de las mejores melodías que he escrito en toda mi vida. Habla de la necesidad que tenemos todos los seres humanos de tener claridad y de entender las cosas. Por muy bohemios y muy liberales que queramos ser, siempre necesitamos explicación y claridad. Como en el libro El hombre en busca de sentido, creo que a todo le tenemos que buscar un sentido; si no, pues, no encontramos sentido en la vida, así directamente”.
Para él, esta canción representó también una nueva perspectiva en su forma de hacer música: “Es algo que, la verdad, hace mucho tiempo no hacía. Yo soy más de componer cosas más oscuras y más lentas. Pero cuando te enfrentas a un público, te das cuenta de que faltan canciones prendidas. Entonces, yo siempre, desde que empecé a hacer este álbum, dije: 'quiero más ritmo, más guitarras, más baile, más fiesta'”.
Sin embargo, después de tantas letras conmovedoras —que incluso le han merecido el reconocimiento de Trayectoria 25 Años por la Sociedad de Autores y Compositores de México—, es fácil preguntarse cómo sigue conciliando la inspiración para sus obras: “Tanto la inspiración como la motivación son músculos también. Pero eso de ‘a ver cuándo me llega la inspiración para hacer una canción’… no llega nunca. ‘Y a ver cuándo me voy a sentir motivado. El día que me sienta motivado hago otro disco.’ No te vas a sentir nunca. O sea, la motivación es un resultado de la disciplina”.
Y es que, en la rutina musical de Leonardo de Lozanne, no existe truco más que el trabajo constante: “Todos los días hay que ponerse una meta y hay que darle. Yo, la mayor parte de los días, toco la guitarra y nunca sale nada. Pueden pasar semanas o meses que hay buenas, y de repente un día: ‘me acordé de esto’. Es un proceso artesanal, todos los días. Y no siempre me siento motivado a hacerlo, y no siempre me siento inspirado. Pero es una disciplina, y mientras más la pones en marcha, mejores resultados te da”.
El trabajo constante implica estar despierto, receptivo y sensible ante las situaciones cotidianas: “La gente me pregunta muchas cosas: ‘¿Y cómo compones tanto?’. Pues porque diario le doy. O sea, trabajo todo el tiempo. Estoy pensando, estoy imaginando, estoy anotando cosas. Las canciones no salen de la nada, salen de un proceso que luego ni cuenta”.
Dentro de los temas de inspiración y creatividad, Leonardo de Lozanne destaca: “La gente que habla de bloqueos creativos… no existe el bloqueo creativo. Lo que pasa es que estás aterrado. Lo que existe es un tremendo miedo y una inseguridad brutal. Y lo entiendo. He pasado por ahí. Y me sigue pasando. La manera de desmantelarlo es darle para adelante. Y si no me sale a mí solo, me junto con alguien más. Y le doy para adelante”.
La particularidad del quehacer de los músicos es que sus obras pueden exponerlos y afectarlos de maneras impensables: “Te sientes muy expuesto y muy vulnerable, porque hablas de cosas muy personales, que todo mundo va a oír. Entonces, causa mucha inseguridad y mucho temor. Y a veces el temor es tan grande, porque el miedo a ser juzgado y criticado es tan grande, que paraliza tu proceso creativo”.
Pero cada vez que se paraliza un proceso, existen los amigos: “Yo me apoyé mucho en otras personas ahora, con algunas canciones que ya las tenía totalmente atoradas, y llegaron a otro nivel. Yo siempre estoy a favor de lo colectivo. Si va a quedar mejor, le doy una parte de la autoría a quien me ayude. No importa. Y si hay canciones que salen rápido, y las hago solo, y salen increíbles… pero si va a quedar mejor con alguien más, siempre hay que tirarle para adelante”.
Recientemente, Leonardo de Lozanne presentó algunos conciertos en México y Colombia, pero en sus planes está avanzar a Centroamérica y recorrer Sudamérica y países europeos. Dentro de su gira, el compositor destacó cómo han cambiado los públicos y las formas de consumir música: “Yo nací el año que se separaron los Beatles. Entonces, cuando empecé a comprar discos de los Beatles, pues, ya había compilaciones y lo mejor de los Beatles. Y me compré unos padrísimos CDs que traían todas las canciones… Entonces ya, para mí, era confuso en cuál disco venía qué canción”.
Y es justo en la industria musical donde cada vez es más urgente rescatar las obras completas, es decir, la creación de un álbum más allá de singles separados: “Si trasladamos esto a la literatura, es como si un escritor de novela sacara nada más fragmentos de la novela y publicara capítulos. O sea, la obra de arte creo que tiene que tener un principio y un fin. Bueno, no tiene que, ¿no? Hay de todo, y justamente por eso el chiste es que el arte sea libre. Pero al ser humano le hace sentido, pues, la pieza, la conclusión. Es tan importante el principio como el final. O sea, tiene que haber algo englobado, y nos hace más sentido eso. Y los álbumes, pues, también. O sea, yo creo… digo, hay muchos artistas, seguramente, que sacarán canciones y canciones y canciones y ya”.
Pero un álbum también es el registro evolutivo de un artista: “Y te cuenta la historia de la banda y la evolución de la banda. O Pink Floyd o Led Zeppelin, todas estas bandas legendarias. O Queen. Y entonces lo puedes explorar por disco”.
Y en los libros es más fácil ver dicha evolución: “García Márquez. Dices: ‘A ver, me voy a sus primeros libros’ y luego voy viendo cómo evolucionó. O sea, yo creo que sí es una cosa importante para mí. Pero, otra vez, el arte es libre y cada quien lo hace como quiera. Y, pues, tal vez ya dejen de existir los álbumes. Mi visión es que creo que van a volver. Ya están volviendo los vinilos, y eventualmente va a volver el objeto. Yo creo que es padre tener colección. Y está padrísimo tener tu cuestión digital en tu nube. Pero creo que, para mí, sí es importante tener álbumes. O sea, que se trate de algo, que tenga un título y que narre un álbum. Es como tener un diario dividido en etapas de tu vida”.
O sea, es una cosa histórica, preciosa. De eso se trata el arte. Muchas veces se trata más de eso que de la obra en sí. Como la Mona Lisa: se trata más de lo que ha pasado con ese cuadro que realmente de la pintura”.
Las canciones que ha lanzado Leonardo de Lozanne en este 2025 serán parte de un nuevo álbum solista que saldrá el próximo año en una fecha que todavía no ha sido publicada. Mientras esto sucede, disfruta de “Necesito Saber” aquí.