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24/May/2014
Lo primero que no solo Ronan Harris y VNV Nation notaron al tomar la escena fue la majestuosa sala llena ¡Plaza Condesa totalmente sold out para el futurepop de estos iconos del género!
¿Quién lo hubiera pensado? ¿Será que en nuestro país el género por fin obtiene el honrosos y decoroso trato que merece dentro de las filas de la electrónica, o habrá sido el hermoso póster del concierto el que convocó hasta incautos y curiosos? ¿La ubicación y acústica del foro invita a las localidades agotadas independientemente de quién se trate? Nunca lo sabremos, pero sin duda la entrega de la audiencia fue total, y la respuesta de la banda fue igualmente destacable. Una noche que inició y terminó épica.
Con su más reciente placa, Translational, le tardó siete años a Victory Not Vengeance regresar a nuestro país, bendita sea la hora fuera del VD+ y ahora dentro del Plaza Condesa, que después de no solo pisadas de actos góticos como Clan of Xymox y Sisters of Mercy, sino grandes de la electrónica como Underworld y por supuesto Kraftwerk, ha mostrado ser un foro que pero a poco alberga actos europeos que usualmente se recluyen a bodegas en zonas urbano-marginadas.
Un set concentrado en sus últimos dos discos, ambos dentro de lo mejor de su carrera sin duda alguna, la noche mantuvo un ambiente de frenesí e intensidad durante las 18 piezas ejecutadas, aunque sería mentir el omitir que fueron las piezas de Empires y Futureperfect las que se llevaron las ovaciones más grandes; el combo “Darkangel” y “Standing” sonó impresionante, y de verdad, la excelente ecualización del recinto invitó a invocar a esos futuros que el género musicaliza, a esas ciudades color cromo con vehículos flotantes y urbes robóticas. Música que realmente transporta a un majestuoso futuro sintético.
La realidad es que pudo ser un concierto majestuoso e inmaculado, pero estamos en México, aquí son obligadas las fallas técnicas independientemente de lo grande o pequeña que sea la producción: “¿Chris? ¡Las luces!”, durante las dos horas del concierto Ronan se encargó de dirigir a Chris –imagino si ingeniero de iluminación-, en cuándo y dónde iluminar. “Chris, apaga las de enfrente y enciende las de atrás, Chris aquí es lógico, ¡apaga todo!, Chris ¿en serio? ¡Las luces bajas, por Dios!”. Lo podríamos recordar con hilaridad y un poco de humor, pero durante el show fue bastante molesto ya que irrumpían las canciones rompiendo la magia, ¿Chris? ¿Eres nuevo? ¿Te robaron las guías? ¿Quién eres, Chris? Una vez más, nunca lo sabremos.
Ronan y compañía tampoco pararon de invitar a la gente a guardar sus cámaras y a realmente disfrutar del show, a apagar sus celulares para evitar irrumpir con la ambientación de las luces, y sobre toda interacción, no dejaron de agradecer por el lleno y entrega total. “Regresaremos en Diciembre, ¡muchas gracias!” dijo el cantante tras dos encores y una velada que recordarán como la más ruidosa de la gira y de muchos años entre estos titanes del electro.