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Romperayo, Los Pirañas y Mario Geleano en El Imperial

Romperayo, Los Pirañas y Mario Geleano en El Imperial

Christian Mendoza
Renata Arzac

Renata
Arzac

18/Mar/2016

Detalles

Organización

Producción

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El Imperial

Artista(s)

En su primera fiesta del año, La Roma Records dedicó una noche a lo mejor de la cumbia experimental.

Pensar en la música de Latinoamérica, usualmente, significa referirse a tradiciones que, ya sea que estén ejecutadas desde perspectivas arqueológicas –el rescate de instrumentos y de composiciones que se encontraban en el olvido– o desde un cursi folclorismo, parecieran no alterarse. Aunque una somera revisión a las variantes sonoras que han surgido a partir de las tradiciones pueden desmentir el prejuicio: el tropicalismo brasileño, la chicha peruana, y un largo etcétera. Actualmente, en Colombia han surgido proyectos que parecieran plantear una pregunta: ¿qué sigue después de la música popular? Cuando revisamos la discografía de Meridian Brothers, agrupación cimentada en los sonidos regionales, podemos observar que, si bien persiste lo bailable, también hay dejos de pesimismo (“Los Suicidas” y “Desesperanza” son algunos de sus títulos) y un encuentro con la tecnología desprovisto de aires de alta definición, más cercano al Tercer Mundo. La cumbia adquiere otros sentidos mucho más experimentales, y un discurso mucho más contemporáneo.

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En alianza con el Festival Nrmal, La Roma Records presentó una noche dedicada a la cumbia más arriesgada de Colombia. El escenario fue inaugurado por Romperayo, proyecto de Pedro Ojeda: un acto que navega entre la vanguardia sonora y la festividad más callejera. A la manera de My Life in the Bush of Ghosts, disco de Brian Eno y David Byrne cuyo único recurso son los samples, Romperayo hizo de la cumbia un collage sonoro con citas a Crescencio Salcedo y Son Palenque. “La Linterna del Repele”, “Icoro Palenquero” y “El Moreno de La Plata (Huila)” fueron algunas de las piezas que sentaron una atmósfera alejada de todo pintoresquismo fácil. Romperayo es un acto denso que demanda atención al tiempo que se debe estar dispuesto para el baile. Por su lado, Los Pirañas, banda a la que también pertenece Ojeda, hicieron del noise una vía para el timbal. Los Pirañas funcionan lo mismo para grandes públicos (su presentación para el Nrmal fue inolvidable) que para recitales mucho más íntimos. “Lambada de Oceanía, África y América”, “Las Olfateadoras”, “Toma Tu Jabón Kapax” y “La Diversión que Hacía Falta a mi País” fueron algunas de las canciones que extrajeron de una discografía corta aunque aventurada. La guitarra de Eblis Álvarez es un instrumento electrónico que funciona como un loop o un MIDI, y las percusiones de Ojeda bordean la improvisación más jazzística. La noche finalizó en una sesión de discos con Mario Galeano, un acto que bien pudo provocar una fiesta en la cuadra.