Las Robertas y el moshpit con tacones

Última noche de Las Robertas en la Ciudad de México. Tras un par de visitas al norte del país, con todo y cruce a la frontera a California, la gloria o la muerte en un miércoles a media noche era crucial, y el garaje en volúmenes destructivos era el invitado de honor.

La lluvia mordió el polvo de las costarricenses y el tugurio de clase media-aspiracional conocido como Caradura, abrió su roja cortina para Fabro, Monse y Meche que acomodados y estáticos en su batería, bajo y guitarra arrancaron con su sencillo “Dissected Affair” que aulló de las bocinas con ese encanto que solo estos oriundos de San José pueden ofrecer.

Inmóviles, sonrientes y encantadores, con una mirada que parecía dirigida a ningún lado, pero que detrás había toda una explosión de feedback con una batería precisa y ensordecedora. En la promoción de su nuevo LP, Days Unmade, editado aquí por Arts & Crafts México, se hicieron escuchar “Inside and Out”, “All The Same”, “The Noise” y “Better Days” entre otras, además de las ya favoritas “V For You”, “The Curse” y “Ballroom”, de su álbum Cry Out Loud del 2010.

Sin duda, Las Robertas contaron con un público digno que bailó, brincó y se cargó entre ellos como sí de una fiesta se tratara. Fue una asistencia que, entre representantes de disqueras, festivales, revistas, otras bandas y un puñado de entaconadas, armó su propio moshpit, empujando fotógrafos y asistentes por igual.

Tras poco más de una hora de agradecimientos, botellas de cerveza en el suelo y despistados pisotones, el trío se despidió con un cover a Beat Happening, “Foggy Eyes” y “Ghost Lover”, para posteriormente firmar autógrafos, convivir con el público en la mesa de mercancía y prometer su regreso ante un público que ya los extrañaba.