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21/Mar/2014
Uno de los eventos culturales más importantes del año dio inicio con una muestra del surrealismo mexicano en su más pura expresión. Papantla se vistió de fiesta para dar lugar al XV aniversario de la Cumbre Tajín entre danzantes, músicos, seres míticos, maromeros y grandes revelaciones.
Colores mágicos vistieron el lugar y los artistas hicieron de los nichos sitios para observar la realidad desde otra perspectiva. Caminar entre niños voladores, respirar los deliciosos aromas de la comida y relajarte en la atmósfera de paz, permiten que la estancia en Tajín sea una experiencia inolvidable.
La celebración de vida, alegría y agradecimiento a los dioses, se llevó a cabo con un desfile de folklore y algarabía en el Parque Temático Takilhsukut. Payasos, un toro, mariachis, hombres de barro con grandes cuernos, un perro con manchas de leopardo, jóvenes con pantalones plateados, una malvada anciana, Pilato, una banda y demás personajes se unieron para llevar a cabo una representación de súplica por el bien de los pueblos a través de rituales veracruzanos y oaxaqueños.
De acuerdo con Mario Revilla, director de los Maromeros Zapotecas, el Laboratorio de Acrobacia Indígena ha logrado lo imposible ya que además de realizar actos de gran dificultad, las danzas típicas ha tenido mayor difusión desde que fueron convocados por la Cumbre Tajín en 2009. A pesar de no ser maromero, Revilla se encuentra sumamente comprometido con el rescate y la difusión de las artes indígenas. “El don que me fue dado es el de apoyar para que la cultura se siga difundiendo”, comentó el director, quien espera que su espectáculo pueda llegar a más estados del país.
La audiencia quedó fascinada con este acto, en el que los maromeros explotaron la creatividad de sus almas, permitiendo que los espectadores se adentraran en las historias como la del origen del maíz con la Danza de los Tejoneros, o de los Guaguas, en la que se ruega por la bendición de las tierras.