Andrea Velasco y su "Piñata" electro-orgánica

Muchos creen que por ser una actriz reconocida en Chile, Andrea Velasco tiene ya la mitad de la pista aplanada; pero están lejos de la verdad. No sólo porque son pocas las artistas que saltan de las tablas al escenario sin partirse la nariz, si no porque son aún menos las que lo hacen con una propuesta musical contundente, original y alejada de los clichés que acá en México podríamos asociar a un "producto Televisa".

Piñata (2015), su primer EP solista, fue grabado en Los Ángeles y cuenta con 5 canciones en español que paradójicamente tienen sus raíces bien clavadas en la movida indie-pop norteamericana. En él, además de su voz, Andrea aportó involucrándose en cada uno de los detalles de composición, producción y mezcla como parte del equipo que formó junto a los también chilenos Diego Las Heras, Jorge Costa y Fernando Costa.

Si bien quedan ciertas reminiscencias, las rolas de Piñata se separan de influencias como MGMT, Friendly Fires y Passion Pit al entretejer una rítmica envolvente y evolutiva que a lo largo del EP avanza de un veraniego movimiento de caderas con "Tulum (Baile Surreal)", hasta una verdadera epilepsia sonora con "Quiero Salir". Todo siempre dentro de un marco electro-orgánico que mezcla máquinas, bases y sonidos electrónicos con percusiones, baterías y camas de guitarras eléctricas sucias al oído, pero interpretadas con suma pulcritud.

En un país reconocido como "criadero" de pop independiente, la música de Andrea Velasco -y no "su lado musical"- se está abriendo camino entre los medios especializados y radios, quienes han corroborando la seriedad del proyecto gracias a sus sólidas presentaciones en algunos de los escenarios indie más importantes de Santiago.

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