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Un mundo cruel, sádico y lleno de amor

Un mundo cruel, sádico y lleno de amor


13/Ago/2013

Hoy tenemos ganas de recordar a un grande, un hombre de apariencia dulce, elegante y cortés que destaca por sus épicas y sanguinarias representaciones de la crueldad y el amor a dicho concepto.

Cualquiera de nosotros podría aparecer en la perfecta escena paseando en el tren de Tokyo, sentados junto a una amorosa pareja que comparte la lectura de un libro de dibujos y solo toma un curioso instante poner atención para verificar que su interés está concentrado en una violación ¿Qué sucede? te preguntas; Kinji Fukasaku es la respuesta.

Elegido por muchos como el mejor director de cine de Japón, y siempre comparado con Akira Kurosawa, este, inmerecidamente, poco aclamado artista en Occidente, se ha caracterizado por ser acertado, consistente y causar gran impacto en los ojos de cada espectador, pues un estilo inigualable, historias deslumbrantes y perfectos personajes son los que agarran a la controversia de la mano para generar furor con cada film.

Su gran debut en el cine fue con la cinta High Noon for Gangsters en 1961, dentro de un sistema fuertemente organizado, donde los actores y directores estaban atados a un contrato, pues su talento artístico, vocación y profesionalismo no servían de nada.

Relegado no sólo por un género sino por su controversial critica social, el cine era el arma de Kinji Fukasaku para expresar su cólera y frustración sobre la hipocresía del Japón de la posguerra, un período en el que el crecimiento económico significó una gran pobreza para muchos, y el simple hecho de que realizara acción contemporánea lo sacó  de inmediato de los estándares principales, ya que en su mayoría se producían cintas de samurais y dramas tradicionales.

Con una vasta trayectoria y más de sesenta cintas, el señor Fukasaku nunca perdió el toque. Siempre versátil y seguro de su trabajo, a pesar de que nombres de jóvenes talentos como el de Kitano, Harada y Miike aparecieran entre los críticos a su obra.

Entregas indignantes, ruidosas y maníacas películas sobre crimen. Desafiantes, carismáticos y violentos dramas de estudiantes queriéndose matar en un juego macabro, tramas adecuadamente caóticas, en la que las líneas del bien y el mal se enredan hasta desaparecer, vidas rayadas de violencia, películas llenas de corrupción, asesinatos, violación y brutalidad, marcan la pauta de un el estilo visual único, influenciado principalmente por la fotografía manual al mas puro estilo “cámara al hombro” y planos congelados que había ido perfeccionando con el paso de los años.

Dale un vistazo y violentamente entrarás a lo que denominamos las vías del amor. ¡Disfruta!