El Suicidio Artístico de Yayoi Kusama

El arte fue responsable de impedir el suicidio de un ser humano objeto de abusos que se convirtió en una especie de alucinación reflejada en locura y desnudos que exhiben fragilidad; la reconstrucción de un universo mental con tan solo lunares, colores, collages fotográficos y genitales que se transforman en un icono de obsesión para poder subsistir en un mundo meramente de ilusión.

1957 fue un año crucial para Yayoi Kusama, pues además de atravesar el mundo para vivir sumergida dentro de la única expresión que la haría sentir especial, logró transformar un trastorno mental en una ola de polka dots y acuarela psicodélica.

La irreverencia fue una de las piezas clave del trabajo de Kusama, pues sin ella, su trabajo estaría compuesto por lunares sin sentido o probablemente no sería ya una de las mayores exponentes del arte contemporáneo japonés.

Sus famosos patrones repetitivos los hemos visto en Accumulation Sculptures, aunque sus primerizos trabajos en papel y las series fotográficas también hicieron historia al tener un impacto visual enorme, pues cualquiera de sus obras conmueve con aquel dolor escondido entre tanta fantasía.

Vivir en un hospital psiquiátrico por voluntad propia debe ser sumamente díficil, pero eso no fue impedimento para que Yayoi Kusama llevara su trabajo a la cima, exponiendo con íconos del arte como Andy Warhol o marcas de renombre como Louis Vuitton.

Una artista versátil y delicada a la vez, dedicada a diferentes ámbitos del arte, desde la pintura y el diseño hasta sus afamados performances y happenings, pues pasearse en kimono por las calles de NYC o demostrar inconformidad ante la guerra de Vietnam mediante un desnudo, no lo hace cualquiera.

Te invitamos a recorrer juegos de luz y reflejos, a explorar piezas redondas de gran extensión, inundaciones de polka dots en distintos tamaños y rellenos de color.