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Aretha Franklin, la mujer que tomó el volante de su Cadillac

Aretha Franklin, la mujer que tomó el volante de su Cadillac

A bordo de su Cadillac rosa, Aretha Franklin lideró una lucha por la igualdad.

La cantante estadounidense es la indiscutible Reina del soul y una figura indeleble para la cultura popular norteamericana. Sin embargo, ser la gran voz femenina de Estados Unidos no solo tuvo que ver con la música, también sus acciones le dieron valor a sus palabras. La batalla de la artista siempre fue el respeto, pero no esperó a que nadie se lo diera, ella tomó su lugar detrás del volante y condujo una incansable lucha por los derechos civiles.

Aretha Franklin no solo hacía temas para corazones rotos, también cantó en contra de las injusticias sociales y convirtió sus sencillos en verdaderos himnos del feminismo. En una época donde los micromachismos dominaban la vida del sexo femenino. Ideas absurdas como que las mujeres no saben conducir o que se tienen que quedar en el hogar, motivaron a la interprete a responder con un mensaje de empoderamiento.

En 1967, la cantante lanzó "Respect", tema que dos años antes publicó Otis Redding como un sencillo inspirado en las relaciones conyugales. Pero Aretha convirtió la canción en un llamado a la mujer trabajadora, para que exigieran respeto a su pareja. En los tiempos donde el dinero de la mujer era tomado solo como un aporte al hogar, la interprete reclamó las ganancias de su esfuerzo y el sudor de su frente e invitó a que todas hicieron lo mismo.

Aretha Franklin fue una figura que inspiró el empoderamiento de la mujer y no hay mejor ejemplo de eso que "Freeway Of Love", ya que se muestra como la incitadora, pero no en el sentido de una Eva que invita a probar el fruto prohibido, sino como la mujer próspera y aventurera que se hace cargo de la situación. Ella te invita que subas a su Cadillac, no el de su esposo o el de su padre. Es su posesión, su propiedad, algo que nadie le puede quitar.

La cantante fue un símbolo de la fuerza y pasión para las mujeres estadounidenses, pero esa imagen en la que se le ve conduciendo un Cadillac rosa dejaba claro que Aretha también podía ser un Elvis Presley, que la opulencia también le iba bien y que ella podía tomar el volante. Es por eso que cuando murió en 2018, a la edad de 76 años, cientos de mujeres pintaron sus Cadillacs de rosa y acompañaron su carroza fúnebre.