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All Is Lost
J. C. Chandor
Robert Redford
EUA, 2013
Before The Door Pictures, Washington Square Films, Black Bear Pictures
Lo que empezó como el aislamiento voluntario en alta mar de un hombre introspectivo se convirtió en una peligrosa prueba de supervivencia. El consagrado ídolo del cine estadounidense, Robert Redford, regresa a la pantalla con una actuación bastante interesante en la cinta Cuando Todo está perdido (All Is Lost, 2013) de J. C. Chandor.
La película plantea una experiencia al estilo Gravity (2013), de Alfonso Cuarón pero desarrollada en el mar. Incluso, ambas películas son muy similares narrativa y temáticamente pero con la diferencia sustancial de que en Todo está perdido se suprime casi por completo el drama interior del personaje para concentrarnos en las proezas de su supervivencia.
Resulta curioso que después de haber filmado Margin Call (2011), una película con un extenso y renombrado elenco en el que se encontraban actores como Kevin Spacey, Paul Bettany y Jeremy Irons, entre otros, ahora, el director se haya lanzado a filmar un largometraje en el que la acción recae en un solo actor y sin embargo, logra un prodigioso efecto de succión visual; durante los 106 minutos de duración de esta cinta al espectador le será casi imposible separar los ojos de la peripecia que se desarrolla sobre la pantalla.
La película no le pide nada cintas como Gravity o The Grey (2011), de Joe Carnahan; sin tanto diálogo pseudo-emotivo entre personajes caóticamente construidos, la actuación de Redford se sostiene mucho más que las de los protagonistas de las películas antes citadas.
En Todo Está Perdido la acción es un trompo perfectamente funcional
que gira en torno a la pulsión de supervivencia, no hay más; no hay trucos baratos ni naves espaciales. Sin embargo, del mismo modo a lo que me sucede en la cinta Gravity, al terminar Todo Está Perdido uno sale con la sensación de que algo faltó en la mezcla de imágenes a las que fuimos expuestos, la máxima finura del desastre perfecto aún no se logra.