Leyenda: La profesión de la violencia

Tom Hardy por partida doble en una película biográfica sobre dos de los gánsteres más conocidos que ha dado Londres.

Durante la década de los años 60, los hermanos gemelos Ronnie y Reggie Kray eran amos y señores del crimen organizado en su natal Londres. Ambos controlaban toda clase de actividades ilícitas y eran prácticamente intocables. El primero era un impredecible psicópata y esquizofrénico que no pensaba en las consecuencias de sus acciones antes de hacer algo, mientras que el segundo era listo y siempre tenía un plan para que las cosas salieran como él quería.

Tal como pasó en 1990 con la cinta The Krays, pero ahora basándose en el libro The Profession of Violence de John Pearson, Leyenda (Legend) lleva a la pantalla grande parte de la notable carrera criminal de los hermanos Kray, mostrando cómo fue que ascendieron hasta convertirse en los príncipes criminales de su ciudad y expandir su control a lo largo de todo el territorio londinense sin que alguien fuera realmente capaz de detenerlos.

Aunque esta biopic se centra en las actividades de los Kray, al igual que en la relación que tenían, paralelamente se cuenta la historia de amor (por momentos tierna y por momentos tortuosa) de uno de ellos (Reggie) con una joven que se convierte en testigo y narradora de lo que sucede con los dos protagonistas, así como de quienes se relacionan con ellos.

Leyenda es una buena película de gánsteres; sin embargo es igual a muchas del mismo tipo y no logra aportar algo nuevo. Además, algunas de sus partes se sienten bastante lentas. Sobresale la actuación de Tom Hardy y al final la cinta funciona como un vehículo para el lucimiento del intérprete británico, quien aprovecha la oportunidad para demostrar una vez más su talento como uno de los mejores actores de su generación.