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Joy: El nombre del éxito

Joy: El nombre del éxito

08/Ene/2016

Un moderno cuento de hadas que está inspirado en una historia real de perseverancia.

El director David O. Russell y la actriz Jennifer Lawrence han formado una dupla efectiva en Hollywood durante los últimos años con Los juegos del destino (2012) y Escándalo americano (2013), películas que en su momento sobresalieron en varias entregas de premios y a las que ahora se une Joy: El nombre del éxito, una atinada combinación de drama y comedia que está inspirada en parte de la vida de la exitosa empresaria Joy Mangano, quien ha ganado millones de dólares gracias a las ventas de inventos suyos como el trapeador que se escurre sin ensuciar y ganchos de ropa para varias prendas, entre otros.   

Lo primero que hay que saber acerca de la producción nominada en las categorías de Mejor Comedia o Musical y Mejor Actriz en Comedia o Musical en los Golden Globes 2016, es que se trata de una cinta biográfica que resulta diferente a la mayoría que se han hecho del género debido a que cuenta una historia real con un buen toque de ficción, en la que la fantasía también está presente por momentos junto con una moraleja ya conocida por muchos, que es: “el que persevera, alcanza”.

En un principio, la protagonista es presentada como una niña bastante inteligente e ingeniosa que tiene varios sueños que quiere cumplir cuando crezca, pero la vida casi nunca es como uno la planea, lo cual es algo que ella aprende a la mala al verse obligada a renunciar a sus aspiraciones por diversas circunstancias que se presentan y la llevan a crecer como una madre divorciada que deja que su exesposo viva en su sótano mientras se hace cargo de sus hijos, su desgastado hogar, pagar todas las cuentas y cuidar a su mamá, que se la pasa viendo televisión todo el tiempo en su cuarto, al igual que a su papá, un hombre malhumorado que sólo recurre a su hija para que lo ayude en ciertos aspectos de su negocio y cuando tiene problemas.

Como si se tratara del personaje principal de un cuento de hadas o de una telenovela, Joy debe pasar por complicaciones e incluso perder toda esperanza antes de encontrar su camino, ese que puede llevarla a conseguir aquellos sueños infantiles a los que alguna vez renunció, sólo que sin hada madrina ni un príncipe salvador o apuesto millonario que haga hasta lo imposible por hacerla feliz, aquí se trata de una mujer que saca su carácter fuerte justo en el momento indicado y a pesar de tener todo en contra para más tarde salir adelante.

La película es buena sin llegar a ser grandiosa y se sostiene en un guión bien estructurado que David O. Russell sabe sacar adelante con su dirección, aunque sin conseguir los mismos resultados de sus dos trabajos anteriores. Por último, es Jennifer Lawrence quien le aporta más al filme, ya que regala un personaje con encanto por el cual es fácil sentir empatía y que queda muy bien en la historia que se narra.