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Jersey Boys: Persiguiendo la maestría de Eastwood

Jersey Boys: Persiguiendo la maestría de Eastwood

07/Jul/2014

Cuatro chicos bajo una farola entonando una canción: no hay forma más romántica de imaginar el nacimiento de uno de los grupos más emblemáticos de los 60 y no hay cineasta más romántico que Clint Eastwood para retratarlo.

La historia de Four Seasons, liderados por Frankie Valli (John Lloyd Young en su debut en la pantalla grande) es contada por el veterano cineasta con este romanticismo. Desde el primer cuadro, Eastwood establece el afecto con el que la historia de los cuatro chicos de Jersey será abordada. Con un dejo del Scorsese de los 90 (Goodfellas se siente como influencia), el “hombre sin nombre” nos introduce al mundo del cuarteto antes, durante y después de su momento más álgido.

Bob Gaudio (Erich Bergen), Nick Massi (Michael Lomenda) y Tommy De Vito (Vincent Piazza, el mejor del cast) completan esta agrupación de poca monta que, con la llegada de Valli y su peculiar falsetto, resulta en un éxito inmediato. Poco a poco somos testigos de cómo la banda y su líder (autor de las emblemáticas “Can’t take my eyes off you” y “I´ve got you under my skin”) logran posicionar éxito tras éxito, consiguiendo la misma fama que contemporáneos como Sinatra, uno de sus principales referentes.

La historia es contada con maestría por Eastwood (la factura y la ambientación son un deleite), quien logra adaptarla de manera exitosa al cine sin el tedio de números musicales sobre-escenificados, dotando a la película de un realismo poco usual para la adaptación cinematográfica de un musical (el guión fue adaptado por Marshall Brickman y Rick Elice, autores del original éxito en Broadway).

Aunque, a final de cuentas, la película se queda justo en el punto medio entre ñoño musical family-friendly y un drama que pudo haber sido más oscuro, sobre todo si tomamos en cuenta el pasado criminal de De Vito, quien solía trabajar para el mafioso Gyp De Carlo (Christopher Walken, breve y fenomenal) antes de ser presentado con la “gente correcta” por su amigo Joey Pesci (sí, el de Goodfellas, quien en la vida real era amigo de De Vito). Es justo este oscuro pasado el que sirve como catalizador para los conflictos entre el exitosísimo cuarteto y sus deudas con la mafia.

Eastwood logra una producción de primer nivel, llena de talento (tres de los Four Seasons son interpretados por quienes los encarnaran en Broadway) y que sirve como ejemplo del pedigree del director, aunque falla en encontrar tono y ritmo. Si bien los primeros minutos cuentan dinámicamente y sin atropellos el ascenso a la fama del cuarteto, es justo decir que después se estaciona, sin lograr capturar por completo al espectador.

Para el final, la película se siente con unos veinte minutos de sobra que, afortunadamente, son cerrados con un maravilloso número musical muy a la Broadway. En términos generales, no hay mucho que reprocharle a Jersey Boys, aunque tal vez un poco más de garra no le hubiera caído mal.