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¿Cómo funciona una de las mentes más geniales que la política, la lingüistica y, en general, el mundo intelectual reciente ha conocido? El maravilloso ingenio del director francés Michel Gondry (de regreso después de su fallida Mood Indigo) es el lienzo perfecto para ilustrar (tal cual) los pensamientos que habitan la mente del lingüista más rockstar de Pensylvannia; el ya legendario Noam Chomsky.
Temas como la continuidad psíquica, la ciencia cognitiva y aspectos de la filosofía occidental atraviesan la pantalla en forma de brillantes animaciones, mostrando no sólo la apabullante actividad y claridad mental del objeto de studio (Chomsky), sino también haciendo accesible, amena y divertida la forma de maquinar de una mente extraordinaria, misma que de otra forma podría parecer impenetrable o incomprensible.
Y aunque impresiona el logro técnico y de entretenimiento que alberga una de las disertaciones intelectuales más densas y alucinantes jamás registradas en cine, es la humanidad que pese al artificio del cine/animación, Chomsky exhibe ante su entrevistador, un Gondry nervioso y cuya emoción traspasa la complejidad temática de la conversación, así como la pantalla para cautivarnos, hacienda que ¿Es feliz el hombre que es alto? sea un testimonio formidable de por qué la mente sigue siendo el mejor avión para irse “de viaje”. Otra imperdible de AMBULANTE.
Para más información visita ambulante.com.mx