47044
El Extraño del Lago: En el espíritu de Hitchcock

El Extraño del Lago: En el espíritu de Hitchcock

23/Abr/2014

El Extraño del Lago

Alain Guiraudie

Pierre Deladonchamps, Chistophe Paou, Patrick D’Assumçao

Francia, 2014

Les Films Du Worso / ND Mantarraya

El director y guionista Alain Guiraudie no se anda con tapujos moralistas en su intento por crear una de las películas de suspenso más arrebatadoras de los últimos años. El Extraño Del Lago contiene sexo completamente explícito entre homosexuales, mismo que Guiraudie considera necesario para poder entender el escenario en el que se desenvuelve la trama.

En algún lago de Francia, hombres homosexuales van a asolearse, nadar y tener encuentros anónimos en los alrededores de la rocosa playa, cuyo ambiente es promiscuo y se percibe un peligro latente que acecha. Uno de los frecuentes al lugar es Franck (Pierre Deladonchamps), un chavo joven que tiene pegue con los concurrentes, quien establece una relación platónica pero de genuina amistad con Henri (Patrick d’Assumçao), un hombre mayor a quien su esposa lo ha dejado recientemente que parece desilusionado con la vida hasta que conoce a Franck, quien le regala unos minutos cada tarde, sentándose con él a contemplar el lago antes de regresar a ligar con los demás.

Al lago se aparece el susodicho “extraño” del título: Michel (Christophe Paou), quien inmediatamente atrae a Franck. Cuando el joven observa como Michel ahoga en el lago a su antiguo amante, no siente ganas de correr o de ponerle dedo con el inspector que después aparece investigando la escena del crimen; al contrario, siente una mayor atracción hacia su nuevo amante. “Si estuviera en tus zapatos, yo tendría mucho miedo!”, le dice Henri.

Guiraudie establece la ubicación del filme a manera de obra, no escogió el horizonte abierto de una playa y el mar, sino un plano más cerrado como lo es el lago relativamente más íntimo. Nosotros no salimos del lago, los personajes hacen sus vidas cuando no están ahí pero el director mantiene al público atrapado en esta locación, que cuando anochece se vuelve un tanto tétrica. La película también se divide en exactamente diez actos, es decir, en diez días consecutivos, con cada uno empezando cuando al mediodía vemos a Franck llegar en su carro al estacionamiento de tierra.

La desnudez es permanente, día y noche se pasean en cueros por el lago y los pastos de sus alrededores,. No hay interiores, ni vestigios del mundo moderno como luz; me vino a la mente Adán y Eva (o Adán y Adán en este caso) en el edén, que les ofrecía a sus habitantes su propia existencia ideal, antes de que su propia naturaleza humana mandara todo al carajo.

El suspenso va en aumento lentamente hasta que al final, El Extraño Del Lago se destapa como auténtico thriller; un filme difícil por su contenido, pero con bastante que ofrecer para aquellos decididos en ver un poco más allá.