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Can’t stand losing you: Surviving The Police

Can’t stand losing you: Surviving The Police

Can’t stand losing you: Surviving The Police, la luz y sombra de un ícono ochentero.

En la Inglaterra de 1977, en pleno furor del Punk Rock nace The Police, que se convertiría en punta de lanza de un movimiento al que se denominaría New Wave. Posteriormente, en 1984 y de forma inesperada decide desintegrarse, justo cuando su último álbum Synchronicity se volvió el disco más exitoso de su carrera y el sencillo que se desprendió de dicha producción, “Every Breath You Take”, llegó a ocupar el número 1 en la listas del Billboard durante 8 semanas y también se posicionó en los primeros lugares de diversos charts alrededor del mundo, además de ser el tema más conocido de la agrupación.

En 2006 Andy Summers (ex guitarrista de esta agrupación) publica su libro One Train Later, en el cual recopila sus memorias y cuenta la historia de su vida, sus inicios como músico, su llegada a The Police, el meteórico ascenso al estrellato y las fricciones internas que desembocarían en el prematuro fin de la banda. En 2012, se decide llevar la obra literaria al cine, y el responsable del proyecto es Andy Grieve, quien tenía experiencia previa como editor para documentalistas como Errol Morris y Alex Gibney y que con este trabajo marca su debut como director.

Can’t stand losing you: Surviving The Police se centra (al igual que su equivalente literario) en la perspectiva de Summers, y nos lleva en principio a hacer un recorrido biográfico de sus primeros años de vida (que se vieron afectados por los eventos ocurridos en Gran Bretaña durante la Segunda Guerra Mundial), a los momentos iniciales de su carrera artística, a su lucha por cimentarla (llena de descalabros y privaciones), y a la cadena de eventos que lo llevarían a conocer finalmente a Gordon Sumner “Sting” y a Stewart Copeland, con quienes crearía a una de las agrupaciones más emblemáticas de la década de los ochenta.

Conforme el filme avanza, la tónica cambia un poco, y nos adentramos a una narración de lo que fue el camino a la fama de la banda y su llegada a la cima, que les brindó renombre internacional, ganancias millonarias y el codearse con el jet-set mundial, pero que también trajo consigo una carga impresionante de trabajo y giras que parecían eternas, lo que aunado a una sensación de soledad, la lucha de egos (principalmente con Sting) y los excesos propios de su status de celebridades; gradualmente afectaría sus vidas personales y su estabilidad emocional lo que repercutiría en un cansancio crónico y hartazgo que terminaría por mermar su amistad y fragmentar al grupo, culminando con su prematura desintegración.

Posteriormente, Summers nos narra como tras el fin de The Police, tuvo que rehacer su vida, recuperar a su esposa (de quien se divorciase años atrás) y expandir otras de sus facetas creativas como la fotografía (afición que desarrollase en los tiempos que andaba de gira con la banda). De forma paralela, vemos como (irónicamente) en 2007 se anuncia una reunión del grupo para efectuar una gira mundial, rememorando sus viejos éxitos y como forma de despedirse de sus seguidores tras su abrupta separación. Al ver los ensayos y preparativos previos a cada uno de esos conciertos, es evidente que aunque hay respeto, profesionalismo y amistad entre los músicos, ya no existe sino sombras de la química, la espontaneidad y el carisma que la banda proyectaba en sus días de estrellato, y que estos ahora son solo recuerdos que viven en la nostalgia de sus fans.

Este documental formó parte de la cartelera de la segunda edición de Phono-Cinema.