El mejor largometraje de Ficunam 2013, Leviathan

Así fue, Leviathan, de Lucien Castaing-Taylor y Verena Paravel, fue la película premiada como mejor largometraje en esta edición de FICUNAM 2013.

Ambicioso documental rodado por completo sobre el barco pesquero de sugestivo nombre, Leviathan. La idea surgió porque los directores viven cerca de aquellas míticas tierras donde el escritor Herman Melville erigiera su emblemático libro Moby-Dick. La película reporta la vida y la faena diaria de los marineros a bordo, a demás de generar una poderosa colección de delirantes imágenes plásticas: un filme de tono muy estético, experimental y sensitivo. Una película que intenta captar la realidad del barco de forma que de tan real se vuelve irreal: todo a través de la colocación de cámaras que nos muestran tanto lo que pasa bajo el agua, mientras la nave se desplaza, como la vida de la tripulación. Este ha sido su mayor atractivo, la forma en que fue elaborado: No se emplearon cámaras normales, sino dispositivos muy pequeños pegados a los más extravagantes objetos del barco: palos que fueron sumergidos en el agua, distintas partes del casco de la nave, del cuerpo de los marineros y directores. Esto proporciona una turbulenta sensación visual que por momentos nos hace sentir como si fuéramos abordo.

Todos estos complejos procedimientos de documentación y narración, al mismo tiempo, nos presentan un filme correoso como un buen whisky sin agua mineral ni hielos, de textura compleja y espinosa que fascinará o hartará a más de uno. Quizás por películas tan experimentales como ésta, a muchos críticos se les figura que el FICUNAM es un festival que de tan elevado e intelectual no lo merecemos los simples mortales, como aludiendo a que les harta este tipo de cine. Si ustedes son de los que ya se aburrieron de tanto Titanic y del amor eterno entre Jack y Rose, yo les recomiendo que le den una oportunidad a este tipo de cine y, como marineros de un pesquero, se embriaguen tantito de imágenes.