De Roma con amor

Rodeado de un gran elenco, Woody Allen, decidió viajar una vez más al viejo continente para utilizar sus calles y tradiciones, como parte de su más reciente película "To Rome With Love" . Ellen Page, Allison Pill, Penélope Cruz, Alec Baldwin y Jesse Einsenberg; compartieron set de filmación y la experiencia de trabajar con uno de los mejores directores y guionistas, que hoy en día, han logrado mantener una carrera cinematográfica entrañable y exitosa.

La participación también del reconocido cómico y cineasta italiano, Roberto Benigni, es sin duda una de las mejores decisiones que Woody Allen pudo haber tomado para su nueva creación. La película fluye, resulta ser amena y divertida, los diálogos, los escenarios, las actuaciones, todo parece estar perfecto. Sin embargo, hay algo que puede llegar a conflictuar nuestra existencia por un rato, sobre todo si se ha visto una buena parte de la trayectoria fílmica del Sr. Woody.

Digamos que Allen es uno de los mejores maestros cuando se trata de poner a la situación correcta en el momento y lugar indicado. Ciudades como Londres, París, Barcelona y su entrañable Nueva York han sido parte de sus películas y está claro que las grandes ciudades lo vuelven loco. Los escenarios y los ambientes lo fanatizan al grado de que en esta ocasión, sus influencias de cine italiano, fueron las culpables de hacer caer a Woody en un muy notable cliché.

Al ser escritor, en cierta forma es comprensible que cuando la pluma y los dedos se relajan, la imaginación no tiene límites. A cuántos de nosotros no nos gustaría poder plasmar lo que ideamos, sin problemas de dinero o de producción. Leer y aprender a tomar lo bueno de lo malo es igual a conocer, y que mejor forma de aprender y conocer que a través de los mismísimos ojos del Sr. Woody Allen.