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Inicia Ambulante 2014: Crónica sobre plazas ocupadas

Inicia Ambulante 2014: Crónica sobre plazas ocupadas

01/Feb/2014

El pasado 30 de enero, con una plaza San Jerónimo del Centro Histórico completamente llena, dio inicio la novena edición de la Gira de Documentales Ambulante. Dos plazas se conectaron empáticamente desde la ventana del cine, una en el centro de México y la otra en el lejano Cairo.

Después de una serie de discursos políticos algo accidentados, seguidos de las clásicas rechiflas chilangas al régimen en turno y de un micrófono cruel que no nos permitió escuchar al cien por ciento la suave voz de Elena Fortes, el cine se materializó en San Jerónimo.

El filme que se exhibió fue La Plaza (The Square, 2013), de Jehane Noujaim; insurrecta cinta que además está nominada al Oscar como mejor documental. La directora, acompañada de su productor (y esposo), se mostró muy emocionada al poder presentar su obra en la ciudad de México, "en su hermosa plaza", compartió y también confesó que esperaba algún día mostrar de igual modo la película en la plaza Tahrir de El Cairo.

La cinta gira en torno a los acontecimientos, de lucha social, movimientos de resistencia y activismo, sucedidos en la plaza Tahrir durante el derrocamiento del dictador Mubarak, la imposición del candidato musulmán Mohamed Morsi y su posterior desplome. El filme se centra en algunos personajes reales, a los cuales la cámara sigue y emplea a manera de ejes narrativos para a partir de estos exponer las transiciones políticas de los últimos y convulsivos años del Egipto moderno.

Desde que me enteré que una película tan desafiante sería presentada en la plaza San Jerónimo para inaugurar el festival, quedé encantado. Fue un precioso gesto de ironía, no creo que involuntaria, que Ambulante tuvo a bien en obsequiarnos este año.

Una película que puede lograr establecer un íntimo diálogo con sociedades tan golpeadas por la violencia y los malos manejos políticos como la mexicana, porque precisamente habla de un pueblo lejano que en consecuencia a la opresión comenzó a unirse en una suerte de activismo improvisado (al principio) pero siempre aguerrido.

Puede que este documental, como suele suceder, no nos dé todos los datos sobre esa "revolución"  que ha comenzado en Egipto, pero al menos compartió con muchos de los espectadores asistentes a la inauguración la idea de esperanza, una del tipo cinematográfica que, como ya se ha comprobado en más de una ocasión, no es poca cosa.

Podría decirse que en lugar de aplicar el  famoso #PosMeSalto, como muchos usuarios de metro decidieron hacer ante el aumento de tarifas en el transporte capitalino, Ambulante se voló la barda pero con elegancia cinematográfica, como corredor de obstáculos que evita ágilmente una valla. El documental como género, tal como lo describiera Gael en la conferencia de prensa del festival, "provoca a la par que invita al diálogo".

Así, coronada inicialmente con rechiflas hacia algunos personajes políticos –de cuerpo presente o no presente– del México moderno, la primera función cerró con largos minutos de fuertes aplausos para el cine y para el festival que lo trajo a su público; como debe de ser.