Cinco de Mayo y el Señor de los Anillos otra vez, en OFF 2013

Cinco de Mayo: La batalla (2013), es la nueva película de Rafa Lara y fue estrenada en esta cuarta edición del Oaxaca Film Festival.

Una de esas películas donde no sabes si estás viendo 300, El Señor de los Anillos o algún producto de Hollywood jamás antes conocido. La producción de esta cinta de tema histórico es realmente es impresionante para un filme mexicano regular, algo que no se ve todos los días. La trama gira en torno a la invasión francesa y al sitio de la ciudad de Puebla, durante la época de Benito Juárez; esa eterna batalla que sigue repitiéndose dentro del imaginario mexicano. La batalla más importante (no futbolística) que México le ha ganado a un ejército extranjero.

Aunque a lo largo de la película aparecen algunos personajes históricos involucrados en este hecho, tales como Ignacio Zaragoza (Kuno Becker), Juárez y demás, el relato se concentra mucho en un cuento de amor. Un tórrido romance entre dos personajes ficticios (que nos evoca la sublime película de James Cameron, Titanic), será el hilo conductor de la trama: Citlali (Liz Gallardo) y Juan Osorno (Christian Vázquez), dos entidades alegóricas que representan ese amor tan hermoso de lo nacional, las nupcias entre el soldado que se sacrifica y la mujer india que representa a nuestra amorosa patria. Una metáfora magistral del maestro Lara.

Apadrinada por Emilio Azcárraga Jan, Cinco de Mayo: La batalla es uno de los proyectos más ambiciosos a nivel producción que se han llevado a salas. Incluso, como comentaba el mismo director, la cinta ha logrado tener distribución en E. U. y pronto se le verá también en Japón y otros países.

Las explosiones, la destrucción, el caos de la guerra dentro de esas portentosas secuencias de batalla son el mayor atractivo de esta pieza. Para conseguir más veracidad la película conformó un enorme elenco en donde se reúnen actores mexicanos y franceses por igual. Cine para que la gente disfrute con unas palomitas cubiertas de mantequilla y un refresco de cola tamaño jumbo, quizás también con unos nachos, ricos y grasosos.