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Alas de libertad de Pascale Ferran

Alas de libertad de Pascale Ferran

Alzando el vuelo

Gary Newman y Audrey Camuzet son dos personajes completamente distintos en Alas de Libertad: el primero es norteamericano, casado, y un exitoso hombre de negocios que viaja por todo el mundo. La segunda es francesa, estudiante soltera, y se gana la vida como mucama en un lujoso hotel. No se conocen entre sí. Sin embargo, ambos comparten un sentimiento que ha anidado en lo más profundo de sus corazones y que cada día se vuelve más apremiante: el anhelo de ser libres, como un pájaro…

Estos son los protagonistas centrales del cuarto largometraje de la realizadora Pascale Ferran, y que se escenifica en Paris. Más específicamente, en el interior del elegante Hilton (ubicado a un lado del aeropuerto internacional Charles de Gaulle) en el que Audrey trabaja. Casualmente Gary llega a hospedarse allí, cuando va camino a Dubai a cerrar un trato multimillonario. Los pasillos y habitaciones del lugar atestiguan el tedio en que los dos están inmersos: ella, fastidiada de tener que estar trabajando en una actividad monótona y poco estimulante, descubriendo cierta gratificación al observar a la gente por las ventanas; y él abrumado por las dinámicas propias de un importante ejecutivo, y que le empiezan a producir insomnio.

Cuando su hartazgo alcanza su máximo nivel, y su deseo de libertad ya no puede ser contenido, en ellos (y de forma paralela) se produce una (necesaria) catarsis emocional que se materializa en forma distinta en cada quien: Gary, por un lado, toma una serie de drásticas decisiones que comprometen su futuro profesional y familiar, en busca de un nuevo comienzo. Por su parte, Audrey vive una fantástica experiencia en la cual, por una noche; sufre una insólita transformación que le permite realizar una de sus ansias ocultas, y (literalmente) volar… y espiar un poco en la intimidad de los otros.

Alas de libertad es una película de modestas pretensiones que quizá por eso mismo funciona muy bien, una historia sencilla que se vale de algunos simbolismos (unos obvios y otros no tanto) para representar tanto las diversas etapas de la soledad y cansancio que sus dos personajes atraviesan, como ese deseo de emanciparse, de dejar atrás una vida gris y poco satisfactoria. De forma sutil, cándida y no exenta de un delicioso humor, Ferran elabora una muy disfrutable historia de dos seres que comparten la misma aspiración que muchos de nosotros albergamos: la de extender las alas y alzar el vuelo en dirección a cielos más azules.

Alas de libertad 3