41812
Sleepy Sun: La mente y corazón de un grupo experimentado

Sleepy Sun: La mente y corazón de un grupo experimentado
Sleepy Sun: La mente y corazón de un grupo experimentado

Artista(s)

11/Feb/2014

Sleepy Sun

Maui Tear

Dine Alone Records

2014

El nuevo año llegó con un sin fin de proyectos para que nuestros oídos tengan siempre algo nuevo que escuchar y es tarde para que, desde aquellos soles californianos, Sleepy Sun empezara el 2014 con el pie derecho y con 47 minutos de su nuevo álbum de larga duración llamado Maui Tears, el cual nos dejó con un suave sabor de boca.

Con tonos un poco distintos a su producción anterior, Bret Constantino y compañía hacen de este compilado algo mejor que su pasada colaboración con UNKLE en 2010, pero no algo superior a cualquier otra cosa que logre captar nuestra atención. El deleite no se presume, pero tampoco se ignora: es un hecho.

Maui Tears representa un gran paso para Sleepy Sun y es parte de un proceso que desde la salida de Rachel Fannan en 2010, evoca hacia un camino más competente y lleno de retos para un equipo que debe adaptarse al presente. Se trata de un álbum catalogado como psicodélico pero que, al fin y al cabo, cae en la costumbre de desaparecer frente a un alivio constante, pocos movimientos y una buena composición.

No permitas creer que es aburrido gracias a esta líneas, cada uno de los nueve temas tiene algo que lo hace único y una ligera variación se convierte en una agradable sorpresa acompañada de trucos rítmicos y melodías bien hechas. Destacan temas como “Galaxy Punk”, “The Lane” y “11:32”, que vienen de la mente y corazón de un grupo de músicos que saben lo que están creando y que buscan perfeccionar un registro eficiente, fácil y agradable.

Este cuarto material es una liberación segura que te dirige al vaivén de momentos pegajosos y de instantes apagados que, del lado desde que lo veamos, nunca será un error, pues la verdadera esencia del álbum puede encontrarse detrás de una melódica que empata con las guitarras o tal vez en aquellos riffs que le dan bruma y acento disonante mientras probablemente aquel camino sonoro sea el correcto para algunos oídos educados.

Maui Tears no logra engancharte, nunca te pide a gritos tu atención porque tampoco le urge; sin embargo, hay un toque malhumorado que está siempre presente.