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Bekas: En busca del sueño americano

Bekas: En busca del sueño americano

29/Ene/2014

Bekas

Karzan Kader

Zamand Taha, Sarwar Fazil

Suecia / Finlandia / Irak, 2012

Sonet Film AB / Herlsinki Filmi oy, Film i Väst

Una enternecedora historia de sueños de libertad, determinación y perseverancia desde la perspectiva de la inocencia infantil: Bekas es el primer largometraje del director kurdo Karzan Kader, quien se fugó con su familia a principio de los 90 del Irak de Saddam Hussein y ha confesado que es, en gran parte, una autobiografía.

Pareciera que debido al hecho de que son huérfanos y pobres, dos niños iraquíes que apenas subsisten lustrando zapatos son susceptibles a ser cacheteados por cualquier adulto en cualquier momento. Estos dos hermanos, Dana (Zamand Taha) y Zana (Sarwar Fazil), en ningún momento se dejan abatir por su miserable suerte pues viven en pos de un sueño: fugarse a Estados Unidos, donde vive Superman.

Una vez que bosquejan un plan muy, pero muy, rudimentario para realizar su gran escape, emprenden el añorado viaje. Dicen que el miedo no anda en burro, pero es precisamente en un animal como este en el que ingenuamente empiezan su recorrido de “algunos kilómetros”.

Cuando no es en el burro, van colgados del chasis de un camión y después encajuelados en un saco de arroz; el sueño americano sigue empujando a los hermanitos a través de campos minados, retenes llenos de soldados malvados sirviendo a Saddam y muchos más adultos prestos para cachetearlos por aparente pura diversión.

Bekas resulta ser un agasaje para la vista. Cuenta con una fotografía excepcional y creo que un público infantil podrá disfrutar bastante esta historia fantástica de hermanos que se mantienen juntos en las malas y peores. Pero aunque tierna, la trama del sueño dorado americano nos pone a pensar: “¿Quién escribió este guion? ¿El gabinete de Ronald Reagan?”.

Aparte de la dulce historia, salta a la vista el enorme valor promocional para los E.U.A.; en donde aparte de un burro nombrado Michael Jackson, los mejores momentos disfrutados con Coca-Cola (“en América, tomaré tanta Coca-Cola hasta que orine Coca-Cola”, dice el más pequeñín) y la grandeza de Superman le confirmarán al republicano devoto lo que él ya sabe: es el sueño de todo ciudadano del mundo llegar a América (como aparte le gusta que le llamen a su país).

Irónico que Kader acabó en Suecia. ¿Por qué los chiquitines no pueden soñar con que su burro Roxette les lleve al país de las güeras para beber cuantiosas cantidades de jugo de lingonberry? Pero yo soy un adulto cínico, seguramente un niño no se verá impedido en poder disfrutar de esta película por su cálida historia y una trama que al igual que la imaginación infantil, sueña en grande.