Oaxaca Film Festival: El mezcal del cine

Dio inicio la cuarta edición del Festival Internacional de cine de Oaxaca, el cual abre sus pantallas con un abanico de satisfactorias sorpresas: desde cortometrajes de variada naturaleza, a estrenos de talla internacional dentro del marco del cine independiente más propositivo.

Estamos ante el surgimiento de un nuevo astro dentro de las constelaciones de festivales de cine. Según comentó en conferencia de prensa su directora ejecutiva Ana Echenique, en este cuarto año consecutivo el Festival Internacional de cine de Oaxaca promete continuar con una línea abierta y dinámica, al dar más énfasis al cine emergente.

Después algunas declaraciones, el staff del festival dio la palabra a los jurados, quienes compartieron diferentes experiencias sobre esta celebración del cine y el mezcal. Jueces como Jorge Blancas Moreno y Maribel Sánchez, ambos artistas oaxaqueños de amplia trayectoria, destacaron sus experiencias tras estar acompañando al festival desde sus albores y también destacaron la importancia de un jurado mixto: “Es importante que el jurado no sólo esté conformado por gente del ámbito del cine”. Otros como Ron Leach agradecieron al festival y expresaron su emoción al poder estar por primera vez en Oaxaca: “Cuando los Lumiere hicieron su cámara muchos años atrás, ellos la llamaron sombras mágicas por una razón... Qué hermoso es tener un festival que celebra a las sombras mágicas en una de las ciudades más bellas que he visitado en mi vida”.

Por su parte, otros jueces involucrados creativamente en esta empresa, como Gerardo Salcedo Romero y Christian Sida Valenzuela, hablaron de la importancia de este estado (un universo en sí mismo) como sede de un evento de tales magnitudes; a su vez destacaron lo atractivo de la sección de cine mexicano en este certamen, la cual muestra una sólida selección de material nacional.

Al terminar la conferencia los invitados fueron conducidos al Teatro Juárez donde se daría la gran inauguración del festival. Después de unas palabras del director del festival, Ramiz Adeed Azar, se proyectaron una serie de cortometrajes de Madrid entre los que se encontraron: A story for the Modlins, La boda, Ojos que no ven, entre otros. Los trabajos fueron muy bien acogidos por el público que con aplausos y risas no dudó en demostrar su regocijo cinéfilo.

Entre lluvias, conventos, cine y calles húmedas, ha dado inicio la cuarta entrega de este festival que, como dijera una de sus organizadoras, “bien podría ser el mejor festival del mundo”. Un festival que cumple los requisitos de los más grandes pero aún se comporta como los humildes y fraternales. Esperemos que Oaxaca siga destilando magia, sombras de cine y licores de la mirada.