Favoritos

Haz click en la banderilla para guardar artículos en tus favoritos, ingresa con tu cuenta de Facebook o Twitter y accede a esta funcionalidad.

15188
Animación en Latinoamérica

Animación en Latinoamérica

04/Nov/2012

Argentina, México, Brasil y Chile, estuvieron presentes durante la segunda emisión de cortometrajes Latinoamericanos en el CutOut Fest 2012. El video de una pareja de turistas que visitó México, fue sinceramente la primer y peor parte de la exhibición de cortos. Escenarios cliché como Rhodesia y Vertigo Galería, fueron parte de un proyecto que al principio te confunde y después te disgusta. La intensión, era transmitir la interrogante de cuál sería la última forma que una persona adquiriría, antes de involucrarse en una pelea o de tener un disgusto o algún tipo de situación similar. La propuesta no dejaba nada, ni transmitía nada y en cuanto a la animación tampoco era la octava maravilla del mundo.

Acto seguido, el cortometraje Ólafur Arnalds, dirigido por el argentino Esteban Diácono, fue un elixir visual, abstracto, lindo y realmente atractivo. El señor Montecostes y Psychic Land, fueron los dos cortometrajes visualmente más dañados y México destacó su participación de manera muy hermosa, con el trabajo del señor Carlos Matiella en ITIE. Una critica y un grito desesperado a la libertad, fue lo que transmitió el director mexicano durante los escasos 5 minutos del proyecto. Un señor con corbata, visualiza su vida y se da cuenta de que vive en un entorno frío, tenso, cansado y triste. La luz, el cielo y las alas para volar, llegan de repente cuando los pensamientos de Juan por un momento salieron del archivo.

Con una temática muy similar, Argentina puso el nombre de su país muy en alto, con el trabajo del director Santiago Bou Grasso. Su cortometraje El Empleo, definitivamente fue una de las mejores participaciones en el festival, visual y conceptualmente hablando. La animación de los personajes es maravillosa y con ella nos transporta a un contexto muy original y de muy buen argumento. La vida diaria, los trabajos de oficina que robotizan a la gente, el recorrido por las calles y la similitud de ser un mueble con vida encerrado en una jaula, son algunas de las cosas que nos muestra en su historia. Observar como cada persona cumple un papel en el sistema, llegar a la oficina y desempeñar nuestra labor, puede llegar a ser sin darnos cuenta una situación bastante delicada, en la que quizás nos veamos calladitos por fuera, pero por dentro quizás estemos dando gritos de desesperación.