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Bohemian Rhapsody: La historia de Freddie Mercury

Bohemian Rhapsody: La historia de Freddie Mercury

Una biopic que sobresale no por su originalidad o propuesta, sino más bien gracias al magnetismo y carisma que sigue rodeando y haciendo atractivo a Freddie Mercury.

Se requirieron de ocho años, tres intentos y cuatro directores para poder llevar a la pantalla grande la vida del legendario vocalista y frontman de la no menos legendaria banda de rock Queen. Finalmente, Rami Malek (protagonista de la serie Mr. Robot) encarnaría a Freddie Mercury, y la silla de director la ocuparía Bryan Singer; aunque la abandonarla posteriormente a causa de diversos problemas personales y diferencias con la producción y el elenco. El rodaje sería concluido por Dexter Fletcher (uno de los nombres barajados inicialmente), pero finalmente se decidió respetar el crédito de Singer como realizador.

Bohemian Rhapsody sigue los pasos de Mercury desde el instante cuando se une a la banda del guitarrista Brian May y el baterista Roger Taylor y posteriormente deciden renombrarla como Queen (en ese entonces se llamaban Smile), para pasar de ahí a narrar el ascenso de la carrera de la agrupación, recreando los momentos y las circunstancias que dieron origen a diversos himnos de la banda, tales como "We Will Rock You", "Another One Bites the Dust" y el tema que da título al filme.

Paralelamente, narra aspectos de su vida personal, como el nacimiento (y posterior declive) de su relación con Mary Austin; la revelación de su verdadera orientación sexual; los conflictos surgidos entre él y el resto de la banda por su egocentrismo y por la influencia negativa de Paul Brenter –su asistente personal–; los cuales propiciaron el alejamiento con la banda (aunque se reconciliarían posteriormente); el amargo descubrimiento de ser portador del virus del VIH; y finalizando con la participación de la banda en Live Aid, presentándose en el Wembley Stadium el 13 de julio de 1985. Dicha presentación fue considerada en ese entonces como el mejor concierto de rock de todos los tiempos.

Precisamente la actuación de Freddie y Queen en Live Aid constituye la mera columna vertebral del filme, y es sin duda uno de los momentos más logrados del mismo, sobre todo al llegar a su desenlace. En ese aspecto, se siente la mano de Singer presente al momento de concebir y filmar con ostentoso despliegue audiovisual y cuidada recreación ese momento particular, y no se conforma con mostrarlo editado y resumir lo allí ocurrido. En cambio se hace la experiencia más directa y vivencial, reproduciéndola hasta el más mínimo detalle. Es decir, inserta en la película su propia y muy espectacular interpretación del concierto brindado por el cuarteto en Wembley, haciendo sentir al espectador como si hubiese estado allí o en su caso, permitiendo a aquellas generaciones que tuvieron oportunidad de verlo y experimentarlo personalmente (gracias principalmente a su transmisión mundial a través de la televisión) rememorar con añoranza y de manera ficcionalizada ese acontecimiento.

Fuera de esto, el resto del largometraje no es cinematográficamente de muy altos vuelos, y se contenta con ser un convencional filme biográfico que apela a la nostalgia, el cual reúne y presenta de forma somera, abreviada y un tanto inocua momentos importantes (no todos, desde luego) en la historia de Mercury y Queen, alternados con fragmentos que replican conocidos números musicales y otras presentaciones emblemáticas efectuadas por el grupo a lo largo de los años con el único fin de hacer las delicias de los muy fans o atraer a aquellos que no conozcan mucho de la banda ni de su historia. En ese aspecto queda mucho a deber, y no le hace justicia del todo a un personaje tan excepcional y transgresor como fue (y es) Freddie.

Así, Bohemian Rhapsody es una biopic que sobresale no por su originalidad o propuesta, sino más bien gracias al magnetismo y carisma que sigue rodeando y haciendo atractivo a Freddie Mercury, y sobre todo, a la magia y majestuosidad que la música de Queen irradia y la cual propiciará que, inevitablemente, varios asistentes terminen cantando o al menos tarareando alguno de sus temas durante y al final de la función.