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Apertura del Mutek


02/Oct/2012

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Suelen ser más relajadas las formas de convivencia en los eventos al aire libre que en aquellos en los que se pagó por la entrada, ya que el público no sólo está disfrutando de lo que oye sino también del espacio, de su ciudad. Pero, mientras una noche en el Zócalo resulta más que agradable, reunirse en la Estela de Luz desata toda clase de sensaciones. La mayoría de nosotros le tenemos rencor a esa construcción, y no únicamente por lo que representa, tampoco su estética resana su fama. No es un parque, no es un pasaje, no tiene funcionalidad. Es una torre alta con lucecitas similar a una galleta. El que comience a utilizarse de formas más contestatarias o amables, desde la marcha que la toma como punto de partida hasta los espectáculos interdisciplinarios como “¡Viva México!” celebrado dos semanas después del grito, así como la apertura del MUTEK.MX en la que la pudimos apreciarla de una forma dinámica (sus lucecitas se prendían y apagaban), de alguna manera reconcilia nuestras nociones sobre “La Suavicrema”. Tal vez nunca nos dejará de parecer horrenda, pero descubrimos que sirve para algo.

Oficinistas curiosos, mamás modernas con sus hijos y la juventud más glamurosa se congregaron en este símbolo patrio contemporáneo. Menciono aquello de la convivencia más relajada porque muchos ni siquiera sabían quién estaba tocando pero tampoco hubo necesidad de saberlo. El otoño y su cualidad relajante no es un mero truco publicitario, mitad del público, gracias a la saturación, no podía ni siquiera ver al músico pero sonreían ante la imagen de la Estela cambiando sus formas, y la otra mitad simplemente asistieron con sus amigos para salir de la rutina de los lunes y conversar. Holy Other salió media hora tarde y se despidió tras aproximadamente 45 minutos sin decir adiós, asunto que me desorientó. No sabía si iba a volver o si ya había terminado su sesión. Las extensas atmósferas creadas por el británico y su experimentalismo dejaron en claro que el muchacho tiene oficio. Y la corta duración de su recital no impidió que se dejara de disfrutar el inicio de octubre.

Así fue como inició MUTEK.MX. Será interesante ver cómo la Estela de Luz se reinterpreta en los días que el festival tenga esa sede (Centro Cultural Digital). Tal vez por ser la inauguración Holy Other fue tan escueto. Yo sí espero que los siguientes eventos que sean ahí duren un poco más.

Un aplauso para MUTEK.MX que no escatima con la calidad de audio, garantizando la experiencia sonora y envolvente.