Homecomings: Piezas femeninas, cascabeles y panderos

¿Cuántos de nosotros hemos soñado con salir famosos de un concurso escolar… además de comer gratis? La fortuna la tuvieron cuatro estudiantes de la universidad de Kioto, quienes ahora expanden su sonido para abrirse paso entre los splits de adolescentes y diversos compilados de la escena indie popera de Japón ¿Su nombre? Homecomings.

Editados por vez primera en el Dead Funny Compilation 01 en 2012, fue apenas editado el pasado 12 de Junio su álbum debut Homecoming with me? Estos amiguitos oriundos Kioto implementan el alegre dramatismo de la juventud ejecutando melodías acústicas acompañadas de cascabeles y panderitos mostrando una tierna evolución que va del casete hasta el álbum digital, dos años fueron suficientes para que esta agrupación girl power se ganara un lugar dentro de la escena y la industria musical en su país.

Siete melodías pegajosas que dibujan reacciones en más de un extraño, y una forma vivaz y espontánea de tomar una guitarra entre sus brazos, es lo que ha posicionado a Tatamino (voz) , Narumi Ishida (batería), Honami Fukuda (bajo) y Yuki Fukutomi (guitarra) como una de las bandas jóvenes más interesantes de la industria japonesa.

Teniendo influencias desde The Cardigans hasta Vivian Girls y probando por obra de la casualidad en distintos proyectos dedicados a hacer covers, fue como cada quien fue encontrando su camino, su instrumento y su género, para con el tiempo encontrarse y dar vida a Homecomings gracias a un cazador de talentos proveniente de su ahora hogar Second Royal Records, es el feeling que trae Homecomings es el dato especial: letras emocionalmente vagas pero que al final, son el resultado de algo brillante, mas o menos como un plan sin ser planeado ¡siempre mejor!

Tres chicas y un chico que a simple vista son esos nerds de la secundaria, después de haber sido rechazado se vuelven interesantes para ti, Homecomings es una banda enferma de ternura, dulce y pegajosa, que se ahoga en armonías perfectamente sólidas para despedir el verano. Un sonido magnífico en el sentido del ir y venir del ser humano que es el resultado de la admiración que los cuatro comparten por escuchar a los Beach Boys de los años sesentas acostados en el sillón de la casa de la abuela.

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