Lecciones de feminismo y calidez humana.
“En mi pueblo hay sangre, en mi pueblo hay sangre”, fueron las primeras palabras de Teri Gender Bender anoche en Versalles 64 para presentarnos su nuevo material bi/MENTAL, que contiene un sonido con más sintetizadores y cuestionamientos a la doble moral.
Y no es casualidad, que justo el día en que muchas mujeres de la CDMX se organizaron para salir a las calles a protestar contra la violencia de género: secuestros, feminicidios, desapariciones y un largo etc., una de las pocas mujeres músico mexicanas que perseveran en la industria alzara su voz para unirse a todas las que han sido silenciadas.
El rojo dominante de la vestimenta y maquillaje de Teri es representativo de su acto en vivo desde 2015 a la fecha. Su energía se percibe más voluminosa; la madurez de la banda se nota a leguas. Ahora la tapatía y líder del proyecto, se acompaña de Alejandra Luna en batería y Rikardo Rodríguez Lopez en las cuatro cuerdas.
Con un aforo en su 70% de capacidad, Le Butcherettes mostró su maestría y sincronización de instrumentos en tracks recientes como “give/UP” o “strong/ENOUGH”, donde previamente Teri preguntó a uno de sus fans from hell si había muerto alguien cercano a él, a lo que obtuvo respuesta: “No hace mucho, como cuatro meses que perdí a alguien”, sin duda uno de los mejores momentos de la noche.
¿Ustedes qué hacen cuando piensan en morir?, ¿lloran?, ¿se ríen? Eran las preguntas lanzadas al aire, conforme seguía el performance con variaciones vocales de Teri, la majestuosa y brutal energía de Alejandra y el toque de percusiones y líneas de bajo de Rikardo.
Anoche también dejamos salir nuestros demonios internos junto a Renee Mooi, la banda invitada. Su sonido cada vez es más versátil y te invita a bailar como si estuvieras en un rave. Aprovecharon para tocar “Beetle”, un nuevo sencillo en colaboración con Teri. Los asistentes pensarían que no habría nada en común entre Renee Mooi, hasta ese momento.
Los fans disfrutaron del ritual de Teri al bajar del escenario para bailar y cantar cara a cara entre el público. Al final de su show se aventó a los brazos de todos y se retiró hasta el último abrazo con cariño, autógrafo y/o selfie, demostrando su sencillez y calidad humana una vez más. “Volveré pronto y volveremos a vernos”, “¿y cómo sigue el tráfico en la ciudad?", fueron algunos de sus comentarios.
Si no han visto antes a Le Butcherettes en vivo, tienes un compromiso la próxima vez que venga de gira.