Soy un monstruo, soy un payaso que llora.
Las butacas están vacías. La sala de conciertos parece un sueño fantasmagórico iluminado con luces de color rojo. Una continua niebla tenue lo hace parecer salido de la mente de David Lynch. En el escenario hay un piano. Unas luces amarillas lo rodean. Una figura se va acercando, pantalón a rayas negras y blancas, una blusa larga también de este color. Botas negras. El cabello es totalmente rojo, el rostro maquillado de color blanco, labios rojos y sombras azules. Todo ligeramente descuidado. Podría ser un payaso. Dice lo siguiente: soy un monstruo, estoy ardiendo, estoy floreciendo nena, por qué no te preocupas por mí, igual que en la mañana cuando te fuiste, he estado creyendo que me llevarías lejos, pero no veo el caballo ni el carruaje.
Durante la siguiente media hora presenciaremos una brillante y al mismo tiempo dolorosa actuación en acústico de la banda canadiense Austra. 30 minutos en nueve canciones que ha titulado I FEEL YOU EVERYWHERE y que comienzan con “Anywayz”. Ella sola en el piano dejando caer todas las emociones contenidas tras una ruptura. Los temas caracterizados por los sintetizadores y la batería adquieren una potencia inimaginable. Son cálidos, melancólicos, nostálgicos. Duelen. Pareciera que este íntimo show lo ha hecho de manera terapéutica para aliviar lo que la afligía. El desamor, el encierro, la frustración de publicar un álbum que no ha tenido su alcance en los shows en vivo.
Al principio de cada tema aparece el título en letras rojas y de gran tamaño. En “Risk It” no hay tantos cambios de voz, pero es maravillosa con el eco que va dejando, como si fuera un fantasma en pena recorriendo la sala de conciertos, con el sentimiento metiéndose en cada coro y elevándose como leche a punto de ebullición casi al final. El show no solo va de HiRUDIN, también hay temas de sus anteriores álbumes, “Home” de Olympia, que no necesitó de las percusiones para ser rítmica; “Lose It” de Feel It Break que perdió su vibra new wave; y “I Love You More Than You Love Yourself” de Future Politics con un nota musical punteando en las partes dance del tema original.
La sorpresa es un par de covers que los adopta y adapta tan bien que podrían ser de ella. “Anything” de los también canadienses TOPS y “Mirrored Heart” de FKA TWIGS. El talento de Katie Stelmanis va más allá de la producción, su voz es un canto de sirena que desnuda cualquier coraza humana. Roza el cielo en el coro. De repente se pone la pantalla en negro y un letrero advierte que es el final. Así, sin más. Solo treinta minutos. Hizo falta más, aún no se digieren todas las emociones que han sido desenterradas, aún necesitamos ir más a fondo, escarbar, pero no, simplemente ha dicho fin…