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Feist — Pleasure

8

Feist
Pleasure

Polydor Records / 2017

Artista(s)

Feist

28/Abr/2017

Pleasure: El cielo y el infierno en un mismo álbum.

En una era en que se están rompiendo barreras sónicas, pero se construyen muros físicos, la gratitud es, plausible. Para la cantante Feist, México es más que una parada del Pleasure Tour, es uno de los lugares que más le ha dado; por ello fue el sitio elegido para ser arrancar su gira promocional.

Este año, la canadiense lanza su cuarto álbum de estudio Pleasure, sucesor de Metals (2011). Este nuevo material muestra una gran evolución en la construcción del sonido y, en la expresión lírica por parte de Leslie.

El álbum está compuesto por 11 tracks que muestran los momentos más oscuros de Feist y la madurez que ha adquirido en 20 años de carrera artística. Sin embargo, se entrevé que aquella ex integrante de Broken Social Scene sigue ahí, en alguna parte. Sale a flote para expresarse con violencia y autoridad.

Pleasure” es el track inicial, mismo que  le da nombre al LP. Te engancha de inmediato para seguir escuchando el resto. Esta rola deja ver esa antigua versión -bastante grunge- de Feist, con un sonido similar a Blonde. Los riff de guitarra son violentos y acompañan la fuerza que la batería imprime en la canción; una gran elección para iniciar. Desde su presentación, hace un par de meses, ya tiene poco más de un millón de reproducciones en Spotify.

“I Wish I Didn’t Miss You” es cruda y expone los sentimientos de Feist. Es un tema para sobrellevar un proceso de duelo personal; el título es puntual en lo que busca externar. La letra repetitiva y la guitarra acústica, la convierten en una pieza artesanal que se acerca mucho al folk de antaño. Esta es, sin duda, LA canción en Pleasure. Es ideal para un decir adiós a aquella persona que no se quiso quedar, a quien significó mucho; pero que, ya no tiene espacio en nuestras vidas.

“Lost Dreams” se basa en lírica constante y, se vale de la potencia vocal en tonos agudos de la intérprete para sacarla a flote; llega a ser muy monótona. El track se nota bastante experimental, sigue una línea básica durante los más de cinco minutos que dura.

“Any Party” nos trae de vuelta a la canadiense de la que nos enamoramos. Es una rola pop rock que tiene como protagonistas a una entrañable guitarra, y a una batería suave-melosa, se suman sonidos cotidianos (añadidos en la parte final). “A Man Is Not His Song” tiene características similares; pero nos da un final inesperado. Imperdible.

“The Wind” pone sonidos sintéticos de bajo perfil, se escucha el famoso piano de Leslie Feist y con la melodiosa voz, se convierte en un track armonioso.

“Century” es uno de los adelantos que se habían dado. Al igual que “Pleasure”, muestra potentes riffs de guitarra con una cantante mucho más desenfrenada. Es el lado salvaje de la canadiense, la parte maligna; el lado oscuro.

El compilado se completan con “Baby Be Simple”, rola que pone de manifiesto la facilidad que tiene para transmitir sus emociones, sólo con una guitarra y su voz. “I’m Not Running Away” tiene un armonioso violín, un bajo setentero y muchos cambios de ritmo interesantes.

Finalmente, “Young Up” es la más apegada al jazz de Norah Jones; deja en primer plano la potente voz de la nacida en Calgary.

El álbum está balanceado. Tiene la dualidad de la que Feist hablaba. Hay tracks violentos y melosos; hay drama y madurez; cambios de ritmo inesperados en una misma canción. Se puede notar a la Feist “buena”, la de “1234” y “Mushaboom”. Poetisa de sentimientos viscerales que se expresan como vómito verbal.