Favoritos

Haz click en la banderilla para guardar artículos en tus favoritos, ingresa con tu cuenta de Facebook o Twitter y accede a esta funcionalidad.

100828
Tourspain presenta: Rumbo a Bilbao, BIME 2016

Tourspain presenta: Rumbo a Bilbao, BIME 2016

Log 2: la catedral de titanio

Hace más de dos décadas, el arquitecto canadiense Frank Gehry subió al monte Artxanda y contempló la gris ciudad de Bilbao. Desde ahí eligió un espacio de 24,000 metros cuadrados, justo al lado del río, donde construyó el Museo Guggenheim.

Este espacio, landmark indiscutible –comparte título con la torre Iberdrola y el estadio del Athletic)–, es un símbolo de cambio y prosperidad, pilar de la transformación de una ciudad que, hasta hace algunas décadas, era principalmente industrial, con las consecuencias estéticas y sociales que esto supone.

Hoy, el nombre Bilbao vibra en las mentes de los turistas del mundo; gastronomía boyante, calles adoquinadas y arboladas, parques, festivales de música, arquitectura moderna que se funde con los edificios antiguos… Es una ciudad joven, con luz y movimiento, y el Guggenheim es el símbolo perfecto.

El edificio, que alberga obras de nombres importantísimos, está cubierto por paneles de titanio, que resaltan su majestuosidad a lo largo del día, dependiendo de cómo lo impacten los rayos solares; puede percibirse plateado y brillante, o a veces dorado. Luisa, nuestra guía, lo compara con una catedral, pero del arte.

El Museo Guggenheim de Bilbao tiene obras de valor incalculable. Destacan las democráticas piezas al exterior: Jeff Koons, Anish Kapoor y Louise Bourgeois. Dentro, una de las más aclamadas por el público internacional, La Materia del Tiempo, de Richard Serra, una instalación colosal compuesta por planchas de acero patinable que, en su totalidad, pesan 22 toneladas.

Hoy, además de estas insignias, vimos también un Rothko, un Basquiat, una serie de Twombly, un Warhol, la exposición temporal Francis Bacon: de Picasso a Velázquez –que muestra la evolución del pintor inglés a través de quienes lo inspiraron– y una instalación audiovisual, Suspiro, de Sam Taylor-Johnson –que invita a conocer a la orquesta de la BBC sin sus trajes habituales y sin sus instrumentos, solo haciendo mímica de ejecución–.

Este año es uno de record para el Guggenheim de Bilbao, pues romperá su cifra de visitantes: a pocas semanas de que termine 2016, ya supera el millón de personas, y el número crece año con año.

Hace falta sentir su majestuosidad, recorrer sus formas y volúmenes, la arquitectura vanguardista, admirar los 11,000 metros cuadrados destinados para exposición, incluso entender la conexión del edificio con el río que lo rodea.

Al Guggenheim de Bilbao, TIENES que venir.

Para llegar, solo hace falta entrar en iberia.com, y elegir una fecha. El vuelo es directo a Madrid, donde se hace una conexión hacia Bilbao.