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#Ambulante2017: The Rolling Stones, Olé Olé Olé!

#Ambulante2017: The Rolling Stones, Olé Olé Olé!

Un viaje a través de América Latina con The Rolling Stones. Gratos recuerdos de sus Satánicas Majestades.

A finales del 2015, The Rolling Stones anuncian la América Latina Olé Tour. Una gira que -justamente- contempla varias fechas en países latinoamericanos como Chile, Argentina, Uruguay, Brasil, Perú, Colombia y México a celebrarse en 2016. Trasciende, además, que se estaba en negociaciones para cerrar el tour con broche de oro en La Habana, Cuba, con un recital especial del grupo, quien se presentaría allí por vez primera.

El transcurso, tanto de la gira, como de los preparativos para tan histórico concierto son los ejes de The Rolling Stones Olé Olé Olé!: un viaje a través de América Latina (The Rolling Stones Olé Olé Olé!: A Trip Across Latin America). Un documental del británico Paul Dugdale, quien no solo ya había trabajado previamente con ellos en 2013 al filmar The Rolling Stones: Sweet Summer Sun - Hyde Park Live, sino que además es un realizador especializado en conciertos y en elaborar documentales de orientación musical. Antes ha colaborado con artistas como Lenny Kravitz; Die Toten Hosen; Coldplay; Adele, entre otros.

Como el titulo señala, el filme versa sobre las experiencias en las naciones latinoamericanas por donde transcurre la gira, concentrándose en tres líneas temáticas: la crónica de lo acontecido en cada uno de los lugares a donde arriban sus Satánicas Majestades; las reflexiones y anécdotas que los integrantes del conjunto han tenido en cada uno de esos lugares a través del tiempo; y, las distintas dificultades a sortear conforme se acerca la fecha estipulada para el esperado concierto en la isla caribeña.

La crónica de lo ocurrido en su gira, desde su inicio en el cono sur hasta llegar a México es un colorido lienzo en el cual queda claramente plasmado el fenómeno de la Stonemania vigente hasta nuestros días. Así, mientras se ven escenas de las presentaciones donde ejecutan en vivo canciones como “Start Me Up”, “Paint It, Black”, “Miss You”, “Wild Horses” y “Jumpin' Jack Flash”, el documental se acerca a las diversas expresiones de este fenómeno. Pasa con los Rolingas, una tribu urbana de la Argentina caracterizada por una desbordante devoción hacia el grupo, o un paseo por las favelas brasileñas siguiendo a un joven hasta llegar a su casa donde se pone a escuchar “Sympathy for the Devil”.

Mención aparte merece el segmento de su paso por México, en donde aparecen a cuadro veteranos rockeros nacionales como Javier Bátiz -hablando de las dificultades en la escena musical mexicana durante los sesenta y setenta-; Alex Lora, quien se abraza con Mick Jagger y Keith Richards mientras juegan una partida de billar; y, Armando Molina, organizador del legendario festival de rock de Avándaro -para algunos, el equivalente mexicano al festival de Woodstock-. Este último narra como este evento aterrorizó a tal grado a las autoridades y las buenas conciencias de esos años, que la difusión masiva del rock estuvo vetada de los medios, los conciertos estuvieron prácticamente prohibidos y la cultura rockera en general fue censurada y -no pocas veces- reprimida en los siguientes años. Así hasta mediados de la década de los ochenta.

Complementando esta línea argumental, están los testimonios de la banda -principalmente los de Jagger y Richards- quienes comparten sus reflexiones y narran sus vivencias al haber visitado con anterioridad esos países (ya fuera en un concierto previo o como meros turistas). Divulgan algunos hechos curiosos, como que la canción “Honky Tonk Women” nació mientras estaban vacacionando en São Paulo -y la esencia de una samba se oculta en ella-, o el curioso ritual celebrado por Richards, quien previo a cada concierto usa un palo "supuestamente" para ahuyentar la lluvia, y cuya ejecución infunde confianza y tranquilidad a su crew.

Finalmente, se da seguimiento a todo el proceso para concretar el concierto en Cuba. Un proceso que no solo se encontró con obstáculos de planeación (equipo, escenario, alojamientos para los artistas, etc.), sino, también, con otros de índole política, como la inesperada visita del entonces presidente Barack Obama a ese país justo en la víspera de su show. Acarreando consigo otra serie de problemas que desquiciaron a los organizadores e hicieron por momentos tambalear la empresa. Todo logra resolverse satisfactoriamente al final. El concierto se efectúa, volviéndose un evento de trascendencia nacional para los cubanos, y, un acontecimiento de especial significado para la historia del rock.