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Dos días, una noche: La vida contra el capital #FICM2014

Dos días, una noche: La vida contra el capital #FICM2014

21/Oct/2014

Sandra (Marion Cotillard) es una obrera de clase media francesa que vuelve al trabajo después de cuatro meses sumida en una depresión. Al regresar, la empresa coloca a todos los empleados de la fábrica en un dilema moral: deben decidir entre el puesto de trabajo de Sandra y una bonificación de mil euros para cada uno. La proletaria en desgracia tiene dos días para convencer a sus compañeros que voten por ella y renuncien al dinero, lo cual la llevará al límite de un cansancio vital.

Bajo esta premisa tan sencilla, pero a la vez cargada de significado y relevancia, se desarrolla un pedazo arrancado sin piedad de la realidad. Esas dosis de vida condensada que enfrentan cualquier condición con la genialidad de una simpleza aparente son la especialidad de los hermanos Dardenne, que otra vez vuelven a explorar y diseccionar aspectos profundos y contemporáneos de los desafíos de la clase obrera.

Mención aparte merece Marion Cotillard, quien carga con el peso de la película y demuestra una capacidad de inmersión total, con la que arrastra al espectador hasta el fondo del dolor y su dilema. Con una naturalidad pasmosa, Cotillard transita todos los registros sin perder pie ni un solo minuto e impregna su personaje con una fuerza que avasalla y llena la pantalla solo con la mirada.

Los directores belgas ayudaron a Marion a soportar esa carga con un estilo limpio y preciso, que deja libertad de movimientos con sus característicos planos amplios, dilatados en el tiempo y siempre supeditados al peso de la historia, dejando que sean los actores los que guíen a la cámara y que sea la naturalidad de la vida la que guía la historia.

Sin artificios ni música distractora, sin otra baza en la mano más que la verdad, estos extraordinarios hermanos han vuelto a demostrar que son imbatibles a la hora de trasladar a la pantalla la complejidad más simple de la vida.