Entrevista con Tatsuhito Horikoshi

Un pintor japonés enfocado en hacer retratos serenos.

Tatsuhito Horikoshi es un artista nacido en 1985, en la prefectura japonesa de Gunma. Cuando era niño, pensaba ser dibujante de manga, sin embargo, terminó optando por la pintura, desde hace cinco años se dedica a esta. Lo anterior quizás sería redundante mencionarlo en el caso de otros creadores, no así en el de Tatsuhito, quien apenas comienza a darse a conocer para el público occidental.

Horikoshi se considera a sí mismo una persona tímida, a la que le gusta observar las cosas desde afuera. Ese sentimiento prevalece en sus pinturas y los rostros de los niños que las protagonizan.

“En mis primeras obras, principalmente retrataba gente joven cuya sexualidad no podía identificarse fácilmente, me interesaba la idea una existencia neutral, no condicionada por el género. Me gustaría expresar cierto tipo de sacralidad en mis pinturas. En Japón hay muchos dioses que toman la forma de niños”, compartió en entrevista exclusiva para Indie Rocks!

Aunque la temática de su obra no es religiosa, el sintoísmo, la segunda religión más practicada en su país, ha tenido un impacto en Tatsuhito.

“Cuando era niño, había muchos templos y santuarios cerca de mi casa y siempre jugaba ahí. Naturalmente, había elementos religiosos en mi vida diaria. Aunque era pequeño, sentía que estaba en un lugar extraordinario, en un mundo apartado de las cosas cotidianas. Creo que experimentar eso, —la sensación de lo sobrenatural—, hizo que mi imaginación se desarrollara”, expresó.

Lo sobrenatural es otro tema por el que se inclina. En algunas de sus pinturas, aparece una figura similar a la de un fantasma de sábana, esa presencia les da un aire de misterio.

“Me gustaría que los espectadores sintieran que hay algo que no encaja del todo, que mi obra no sólo se trata de momentos lindos e imperecederos”, dijo. ¿Un ser de otra dimensión o un amigo imaginario? ¿Qué es el fantasma de sábana?: “Diría que es más como un amigo imaginario pero prefiero dejarlo abierto, que las personas imaginen y respondan”, aseguró.

Continuamos hablando acerca de su estilo para hacer retratos y confesó que a pesar de que sus personajes son de piel muy pálida, no pretende que parezcan poco saludables, sino que su color se debe más a un aspecto técnico, de composición.

“No he utilizado modelos para dibujarlos, utilizo mi imaginación. Retrato a personajes que podría admirar, como si fueran héroes o heroínas de una serie animada”, exclamó.

Algo que destaca en sus imágenes es que nunca utiliza tonos estridentes, esto es intencional, conscientemente utiliza colores que le produzcan la sensación de calma al verlos, sus favoritos son el blanco y el azul. No le gustaría que sus obras molestaran a la vista una vez que estén colgadas en una pared.

“Ver mis obras expuestas en un espacio blanco y pulcro produce en mí un entusiasmo indescriptible”, para Horikoshi, ese es el momento cumbre, lo que lo motiva a seguir trabajando. A este pintor, aunque joven, no le han faltado exposiciones tanto colectivas como individuales, en galerías o en ferias, por lo que el ciclo se cumple y esperamos así seguir contando con su arte.

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